sábado, 3 de diciembre de 2016

SOBRE LA SUSPENSIÓN DE VENEZUELA EN MERCOSUR. Tres señores y una señora creen interpretar la voluntad de 280 millones de habitantes




Por Eduardo Sigal*
Finalmente los cuatro Cancilleres de los países fundadores del Mercosur han tomado la decisión de suspender a Venezuela como miembro pleno de este proceso de integración.
Tres señores y una señora imagino creen interpretar la voluntad mayoritaria de los 280 millones de habitantes que vivimos en estos países.
¿Habrán consultado a la Aladi donde se protocolizan los acuerdos a ver si se justificaba la determinación? ¿Habrán consultado con el  Parlasur que representada a los pueblos de la Región a ver si estaban de acuerdo? ¿Habrán consultado a los Consejos Consultivos de la Sociedad Civil que hay en nuestros países para saber qué opinaban? ¿Habrán consultado a los Parlamentos de nuestros países que en definitiva fueron ellos los que aprobaron la integración de Venezuela a ver qué opinan? ¿Habrán consultado a los Partidos Políticos de nuestros países? Si no pensaron en los pueblos y sus representantes, ¿habrán consultado a los Empresarios y sus organizaciones? ¿Habrán consultado al Tribunal Permanente de Revisión a ver si se estaban cumplimentando o no los requisitos acordados para la integración de Venezuela? ¿Habrán reunido al Consejo del Mercado Común?
Intuyo en todos los casos que la respuesta es no y estoy convencido de que no sólo le están haciendo un gran daño al proceso de Integración Regional, sino que esto le costará caro a Venezuela y también en materia económica a nuestros países que en su totalidad tenemos un comercio favorable y del cual se benefician muchos miles de empresarios y decenas de miles de trabajadores.
Han roto una de las reglas básicas de la construcción regional que es la búsqueda de consenso y nunca avanzar si no se lo logra.
Está claro que primo una decisión política que busca a todas luces producir el aislamiento de Venezuela con el objetivo de hacer sucumbir la Revolución Bolivariana. A ellos le recuerdo que hace 55 años Estados Unidos buscó lo mismo con Cuba instaurando el bloqueo y hoy,  más allá del sufrimiento del pueblo Cubano, ha quedado demostrado el  error político que significó y el fracaso de ese objetivo. No soy adivino ni profeta pero cuanto más intenten aislar a Venezuela más se despertará la solidaridad internacional con el pueblo venezolano y su gobierno profundizará el camino hacia la revolución del socialismo del siglo XXI. Será duro pero ustedes serán los responsables de esto sino revén las decisiones tomadas en un breve lapso.
Sé que la mayoría de estos gobiernos, algunos legítimos por voluntad popular y otros surgidos de golpes palaciegos están convencidos de tomar medidas como estas que favorecen a minorías y perjudican a mayorías populares. También les digo que el poder no es eterno y les guste o no las élites siempre que gobernaron lo hicieron en conflicto con las mayorías. Como dijo Galilei, per se move. Y cuando se mueva, se moverá en el sentido inverso al que ustedes van.
*Vice presidente del Frente Grande
Ex subsecretario de integración económica de Cancillería Argentina 2003/2011

jueves, 1 de septiembre de 2016

Ganan Estados Unidos y Macri, pierde Argentina



– ¿Qué significa la destitución de la presidenta Rousseff?
– Que hay un plan en marcha para América Latina promovido por los Estados Unidos, que busca reconstruir el poder que perdió con la autonomización de los gobiernos populares, nacionales y progresistas en lo que va del siglo XXI a esta parte. Especialmente después de la derrota del ALCA, en 2005, Washington puso en marcha una estrategia de recuperación de espacios con el fin de retomar la iniciativa que habían tenido, frente a una disputa mundial que se viene dando con China. Así lo explicó el propio George Bush en la cumbre de Mar del Plata. Desde entonces, primero pasaron por la experiencia de Honduras, después llegó el turno de Paraguay, y ahora culminan con Brasil.
– ¿Cómo caracteriza al gobierno de Temer?
– Es ilegítimo. A diferencia de lo que ocurre en Argentina, donde hay, guste o no, un Poder Ejecutivo que fue electo por voluntad mayoritaria, en el caso de Brasil es un gobierno absolutamente ilegítimo. Porque desconoce 54 millones de votantes a la presidenta Rousseff y, en cambio, instaura el voto calificado de 61 senadores, los cuales en su gran mayoría están procesados por hechos de corrupción. Paradójicamente, ellos serían la supuesta reserva moral, ética y política de Brasil, en contra de una mandataria a la que no se le ha probado ningún tipo de ilícito que merezca el “impeachment”.
– ¿Qué impacto tiene para la Argentina, en lo político y lo económico?
– Políticamente, creo que es positivo para el macrismo, porque se van a entender bien con Temer. Económicamente, es un desastre, porque la medidas neoliberales que ahora va a instrumentar Brasil, similares a las que se aplican en nuestro país, achican los mercados internos, producen situaciones de desocupación y de recesión. El principal socio comercial que tenemos es Brasil, con el que hemos llegado a sostener un comercio de 40 mil millones de dólares. Hoy eso se ha reducido sustantivamente y va a seguir retrayéndose.
– Bolivia, Ecuador y Venezuela retiraron a sus embajadores. La Cancillería argentina, en cambio, dijo que “respeta el proceso institucional”.
– Sí, lamentable.
– ¿Qué va a suceder en la región con este cimbronazo?
– Como ya ocurrió incluso durante el interinato de Temer, con José Serra en el Ministerio de Relaciones Exteriores, se va a consolidar un acuerdo de los sectores de derecha, que apuntan a seguir golpeando a los procesos populares. Lo demostró la actitud de coincidencia cómplice entre los gobiernos de Paraguay y Brasil, con un comportamiento especulativo por parte de la Argentina, para evitar la presidencia pro témpore de Venezuela en el Mercosur y generar situaciones que golpeen a la gestión de Nicolás Maduro. Lo que se va a desarrollar, ahora más desprejuiciadamente, es una alianza dentro del Mercosur entre Paraguay, Brasil y Argentina, orientada a acercarse al Tratado del Pacífico y, a partir de eso, ser totalmente funcionales a la política de los Estados Unidos. En definitiva, este tipo de tratados lo que busca es ampliar el mercado norteamericano, para invadirnos con productos generados por sus empresas.
– ¿Cuál puede ser la reacción del PT? Dilma no quedó inhabilitada para ocupar cargos públicos y Lula Da Silva es un dirigente muy popular.
– Estoy convencido de que el PT va a producir una movilización no solo desde el punto de vista político sino también de su fuerza social. No olvidemos que ellos conducen la Central Única de Trabajadores de Brasil, la CUT. Espero que tengan una actitud combativa no contemplativa, porque de esto depende en gran medida no sólo el futuro de su país sino también el de la región. El PT tiene un gran desafío para consolidar y desarrollar su fuerza. Por supuesto, desde los sectores de derecha, los desestabilizadores, van a tratar de generar una situación hasta de proscripción del propio Lula de cara a las elecciones.

martes, 16 de agosto de 2016

El macrismo y la tentación monárquica




Prometer “pobreza cero” y la “revolución de la alegría” y llevar a la práctica una gestión que perjudica las condiciones de vida del grueso de la población argentina, es como mínimo una grave violación del contrato tácito entre el electorado y el presidente Mauricio Macri.
Y si ese programa es llevado adelante además salteando sin motivo que lo justifique la división de poderes y las normas de procedimiento más elementales, entonces nos encontramos ante un gobernante obnubilado ante la tentación monárquica, como bien lo señala el constitucionalista Raúl Ferreyra en estenúmero especial de revista Comunidad y Desarrollo en la Batalla Cultural, disponible para su visualización hoja por hoja cliqueando aquí.
El de Cambiemos es un gobierno que en sus primeros seis meses de gestión se ha atrevido a reimplantar de facto la posibilidad de la pena de muerte, como advierte en este número el abogado de las Madres de Plaza de Mayo, Eduardo Barcesat, e incluso, como sostiene Eduardo Rinessi,  ex rector de la Universidad de General Sarmiento, a atentar contra muchos de los derechos individuales contemplados por los ideólogos del liberalismo.

jueves, 4 de agosto de 2016

Quién es responsable de la crisis del Mercosur



Por Eduardo Sigal*

Nadie puede negar en estos días que el Mercosur está atravesando una de sus crisis políticas más complejas desde su fundación, hace 25 años. No haber podido hacer la transmisión de la presidencia pro témpore de acuerdo a lo establecido por el artículo 12 del Tratado de Asunción y el 5 del Tratado Ouro Preto, es algo inédito.

Por lo establecido en esos Tratados, la Presidencia debe pasar cada 6 meses a un miembro distinto, respetando el orden alfabético de cada país miembro: Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela.Terminada la PPT de Uruguay, sin lugar a dudas le corresponde recibirla a Venezuela. Es un hecho abonado en que no es la primera vez que Venezuela ejercería ese rol, ya que en julio de 2013 lo hizo por primera vez, después de haber sido aceptado como miembro pleno del Mercosur. Cualquier modificación de este criterio requeriría la unanimidad de los cinco miembros plenos.

Se perfila una controversia importante que debería ser resuelta con la asunción de la PPT por parte de Venezuela y si alguno de los miembros considera que no corresponde, debería recurrir al Tribunal Permanente de Revisión, creado en 2005, justamente para resolver litigios de interpretación de las normas de Mercosur.

Indudablemente, en la Región se ha producido un importante cambio de orientación política, asentado en voluntad del electorado, como en Argentina, o en maniobras institucionales como en el caso de Brasil, donde se está desarrollando el proceso de juicio político (impeachment) a la Presidenta Dilma Rousseff, y mientras tanto el presidente interino Michel Temer hace tierra arrasada con las tradiciones de Itamaraty de ser el gran jugador Regional construyendo la unidad suramericana. Nunca debemos olvidar que Brasil limita con diez países de la Región.

Ni que hablar de Paraguay, que por medio de su Canciller Eladio Loizaga se ha transformado en un cruzado contra Venezuela, cuestionando un gobierno electo democráticamente como el de Nicolás Maduro, donde existe un parlamento con clara mayoría opositora y donde está en curso un proceso de revocatoria, tal cual lo establece la Constitución de la República Bolivariana. Debería recordar el señor Loizaga que, para dar clases de democracia, en primer lugar debe ser democráticamente responsable y aceptar a los gobiernos que no tiene afinidad con su pensamiento. Ya vivimos destituciones con fundamentación dudosa como en el caso de Fernando Lugo en su país,y no es bueno seguir repitiendo esas metodologías, que también se aplicaron con anterioridad en Honduras, yque ahora intentan en Brasil y Venezuela.

¿Será casualidad o política de las derechas regionales que donde no pueden con los votos han resuelto reemplazar los golpes cívico-militares del siglo XX por la utilización de los mecanismos constitucionales de revocatoria, haciendo uso de mayorías circunstanciales? Como siempre, estas políticas exceden los intereses nacionales y afectan los populares. La ofensiva de estos gobiernos por avanzar con los acuerdos, tanto del Pacifico como el Transpacífico, son indicativos de que diez años después de que fracasara el ALCA por la firme voluntad de los hoy integrantes del Mercosur, se abre el espacio para la revancha. Lamentablemente, los que siempre sufren mucho las consecuencias son los pueblos de nuestros países.

El contexto Regional es complejo y el internacional también para aquellos que creen que con el libre comercio nuestros países se pueden acercar a una especie de panacea. El sistema Capitalista Mundial no ha logrado escapar a su crisis y no hay síntomas serios de recuperación y vitalidad. No me niego a pensar en nuevos mercados y acuerdos para facilitar el intercambio, pero debe hacerse sin ingenuidades, y sabiendo que las consecuencias pueden ser favorables para algunos sectores y nefastas para otros.

¿Hay un Estado preparado para compensar las adversidades de ese intercambio? Creo que políticas como las implementadas por la administración macrista no sirven para esas contingencias, y que por el contrario agudizarán la desocupación y la disminución del poder adquisitivo del salario con el argumento de que debemos mejorar la competitividad.

Recuperar el Mercosur, pensar en su seno como coordinar políticas macroeconómicas, trabajar para desarrollar las cadenas de valor de carácter regional, nos puede si hacer más competitivos en este mundo global. Claro que esto no debe ser solo declamativo, requiere de inversiones económicas concretas, Estados realmente presentes y pensamiento estratégico. Se trata entonces de superar la especulación inmediatista de si nos gusta o no Maduro, Dilma, Macri o cualquier otro y ponernos a pensar en términos estratégico como enfrentamos desde la Región los desafíos del siglo XXI.

* Ex subsecretario de Integración Económica Americana y Mercosur. Artículo publicado en Página/12

jueves, 21 de julio de 2016

Venezuela y el Mercosur: se abre un debate


Por Eduardo Sigal*
El Cronista Comercial publicó, en su edición del 14 de julio último, una columna de opinión de Roberto García Moritán, con quien coincidí durante muchos años en materia de política exterior, y que fue un protagonista importante, como colaborador de Jorge Taiana, de la Cumbre de Mar del Plata que puso fin al Alca, en 2005.
Allí se logró terminar con las aspiraciones de George Busch (h) de disciplinar a América Latina y el Caribe en su lucha por competir con China con alguna posibilidad de éxito en la disputa por ser actor principal del mundo del Siglo XXI.
Mucha agua parece haber corrido bajo el puente. Me cuesta reconocer las posiciones de este García Moritán como las de aquel que traté desde mediados de los 90 y hasta 2010.
Veo perder enfoques políticos objetivos por intencionalidades políticas para justificar e impedir que la República Bolivariana de Venezuela asuma por segunda vez desde su incorporación al Mercosur, la presidencia pro tempore que le corresponde según reglas internas pre establecidas.
Afirma, sin dar datos objetivos, que Venezuela "no representa los valores que implica la democracia y el respeto a los DDHH".
Que yo sepa, en Venezuela funcionan los tres poderes republicanos, el legislativo con amplia mayoría opositora a Nicolás Maduro después de una elección de mitad de término hace unos pocos meses, y está en marcha un proceso de plebiscito revocatorio de acuerdo a lo establecido en la Constitución Bolivariana.
Los presos que existen, como en todo país, están acusados por hechos delincuenciales y no por posiciones políticas o ideológicas, y están en proceso judicial, aunque no le gusten a García Moritán.
Dicho sea de paso, no leí ninguna preocupación suya por la detención sin sentencia de luchadores como Milagro Sala y doce de sus compañeros de la Tupac, tampoco por la reciente represión a los trabajadores del Ingenio Ledesma, también en una provincia Argentina como Jujuy.
En su artículo dice que hubo "años de condescendencia del Mercosur con el espiral de excesos pocos democráticos del gobierno venezolano".
Esta afirmación es sumamente delicada, teniendo en cuenta que en el Mercosur todas las decisiones se toman por consenso. ¿Esta diciendo que los gobiernos de todos los países miembros fueron cómplices en la supuesta violación de los tratados? No parece ser una apreciación lógica de un diplomático avezado como él.
Creativamente, y en mi opinión en un gesto poco responsable, dice: la "transferencia de la Presidencia por principio de rotación alfabética no debe ser automática", incorporando así nuevas ideas no aprobadas ni en vigencia en Mercosur, cuando ningún país pidió formalmente la aplicación de la Carta Democrática, mas allá de algún que otro desafortunado discurso político sin pasos diplomáticos concretos.
Debemos hacer los máximos esfuerzos para preservar el proceso de integración desarrollado estos 25 años, desde la fundación de Mercosur.
Para ello no debemos ideologizar a nuestro antojo los posicionamientos, menos cuando en la región se están viviendo situaciones particulares, forzando elementos constitucionales con fuertes cargas e intencionalidades políticas, como en el caso de Brasil, donde se inicia un proceso de juicio político a la Presidenta Dilma Roussef sin que hasta ahora aparezcan con claridad las motivaciones objetivas para disparar ese procedimiento extremo, y sí mucho interés de un vicepresidente como Temer que construyó, como diríamos en la Argentina, una rosca política mayoritaria con políticos sospechados de actos de corrupción para destituir a un gobierno legítimamente electo.
Evitar una fractura de Mercosur, seguir desarrollándolo y profundizando sus acuerdos, es una responsabilidad del poder político y diplomático. Facilitar la incorporación plena de Bolivia va en ese camino.
Lo deberían saber los diputados y senadores brasileños, que tiene trabada la aprobación del Protocolo de adhesión ya aprobado por el resto de los socios.
Dice García Moritán: "Es de esperar que Venezuela reflexione". Yo me pregunto:¿Quién debe reflexionar? Deberíamos avanzar prontamente hacia una reunión del Consejo del Mercado Común y hacer el traspaso de la Presidencia sin demora.
De no ser así, podremos estar retrocediendo en un momento en que se hace fundamental consolidar la integración regional, desarrollar el mercado ampliado, coordinar políticas macroeconómicas y aceptar competitivamente los desafíos que nos impone un mundo con profunda crisis y en recesión, con lógico achicamiento del intercambio comercial.
*Ex Subsecretario de Integración Económica Americana y Mercosur. Presidente de la Fundación Acción para la Comunidad

lunes, 18 de julio de 2016

La necesidad de audiencias públicas


El tarifazo dispuesto por el gobierno en los servicios públicos de agua, electricidad y gas puso nuevamente en debate la necesaria participación de los usuarios de dichos servicios en la toma de decisiones sobre aspectos fundamentales que hacen a su funcionamiento. La ausencia de un mecanismo que permita recibir una información completa, que sea un ámbito para expresar opiniones y propuestas que indefectiblemente deben ser consideradas por las autoridades regulatorias del servicio público, invalida cualquier medida tomada en forma discrecional y sin someterla al conocimiento y debate públicos.
El artículo 42 de la Constitución Nacional es claro al respecto cuando contempla “la necesaria participación de las asociaciones de consumidores y usuarios y de las provincias interesadas”. Es cierto que la privatización de los servicios de gas y electricidad se hizo con anterioridad a la reforma constitucional de 1994 y que sus marcos regulatorios siguen aún vigentes, pero esos marcos regulatorios contemplan expresamente a la audiencia pública como un medio esencial de consulta y participación en temas básicos, como lo es el régimen tarifario.
También es cierto que en varias oportunidades la audiencia pública ha sido una fachada formal en la cual las opiniones de los usuarios no fueron consideradas; pero bajo ciertos requisitos pueden constituir una efectiva forma de participación. Según el especialista en derecho administrativo Agustín Gordillo en una sociedad democrática la audiencia pública cumpliría con “la necesidad política y jurídica de escuchar al público antes de adoptar una decisión, cuando ella consiste en una medida de carácter general, un proyecto que afecta al usuario o a la comunidad, al medio ambiente, etc.” Sin embargo, su implementación en la Argentina siempre tuvo limitaciones en su aplicación en cuanto a periodicidad de la convocatoria, información, asesoramiento y fundamentación de las decisiones finalmente adoptadas.
En los casos de los servicios de gas y electricidad las audiencias públicas son de convocatoria obligatoria para el tratamiento de ciertas cuestiones específicas, entre las que merecen destacarse las modificaciones de tarifas, cargos, precios máximos solicitados por transportistas, distribuidores o consumidores; conductas contrarias a los principios de libre competencia o abuso de situaciones derivadas de un monopolio natural o de una posición dominante en el mercado, o para la resolución de conflictos entre un distribuidor o un transportista y un consumidor respecto a las condiciones de suministro de los servicios.
Pero cabe señalar que la obligatoriedad de la realización de la audiencia, no garantiza una concurrencia representativa, sino que para que ello sea posible necesita de una convocatoria pública y amplia hacia los sectores interesados e involucrados en la temática a tratarse y resuelta con una anticipación suficiente que facilite y estimule la participación. En el pasado la publicidad acerca de las audiencias se limitó a una formal publicación de avisos en los diarios, lo que no es garantía de comunicación hacia aquellos sectores que pueden estar involucrados en el problema que se debate.
En segundo lugar, para que la audiencia pública sea un mecanismo eficaz y adecuado para la participación ciudadana se requiere contar con una información completa y oportuna acerca de la cuestión abordada. No siempre los responsables de la realización de las audiencias respetaron este principio. Hubo casos, incluso en los cuales la información que presentaban las licenciatarias fue clasificada como reservada por el regulador o que tras la excusa de la confidencialidad se escamoteaba información básica para el tratamiento de algunas cuestiones. A su vez, la información debe estar en poder de los participantes con una antelación que permita su análisis y estudio.
A los efectos de garantizar una adecuada y criteriosa participación de los usuarios, resulta imprescindible que el regulador brinde un canal de asesoramiento técnico, puesto que muchos temas a tratar en las audiencias necesitan no sólo de la información completa y oportuna, sino de asesoramiento profesional, por tener una alta complejidad, la que muchas veces supera la capacidad de análisis de una asociación de usuarios. Con ello se trataría de equilibrar las relaciones de fuerzas de por sí desequilibradas y asimétricas que existen entre empresas y usuarios. En este aspecto, puede ser útil remitirse al caso norteamericano. Las audiencias públicas son toda una tradición dentro del sistema de regulación que implementan las comisiones estaduales de servicios públicos (Public Utilities Commissions). En el complejo e integral funcionamiento vigente, los consumidores son dotados de asesoramiento legal y técnico.
Como una última cuestión, hay que considerar que las opiniones que se vuelcan en una audiencia, al no ser vinculante, sean sólidamente fundadas y que las consideraciones y propuestas de los participantes que se rechacen lo sean a través de argumentaciones consistentes.
Si estos requisitos de representatividad, información completa, asesoramiento y fundamentación de las decisiones no están presentes en el desarrollo de una audiencia pública, este mecanismo de participación puede convertirse en una mera formalidad, en una puesta en escena seudo democrática que en última instancia estaría solamente destinada a convalidar una decisión que los reguladores ya tomaron anticipadamente.
*Vicepresidente de de la Fundación Acción para la Comunidad

Límites y contradicciones de la última década en Latinoamérica



Por Alvaro García Linera*
 El conjunto del continente, en esta década virtuosa, llevó adelante cambios políticos: la participación del pueblo en la construcción de un Estado de nuevo tipo. Cambios sociales, redistribución de la riqueza y reducción de desigualdades. Economía: participación activa del Estado en la economía, ampliación del mercado interno. En lo internacional: articulación política del continente. No es poca cosa en diez años. Son los años desde el siglo XIX los años más importantes de integración, de soberanía y de independencia que ha tenido nuestro continente.
Sin embargo, en los últimos meses, este proceso de irradiación territorial y de expansión territorial de gobiernos progresistas y revolucionarios se ha estancado. Hay un regreso de sectores de la derecha en países importantes del continente. Hay amenaza de que la derecha retome el control en otros países. Es importante que nos preguntemos por qué.
Yo mencionaría 5 límites y contradicciones que se han hecho presentes en esta década virtuosa continental:
- No siempre los gobiernos progresistas han asumido la importancia decisiva de la economía cuando se está en gestión de un gobierno. La base económica de cualquier proceso revolucionario es esa.  Se puede hacer cualquier concesión, se puede dialogar con quien sea que permita ayudar al crecimiento económico, pero siempre garantizando el poder político en manos de los trabajadores. Y algunos de los gobiernos progresistas y revolucionarios han adoptado medidas que han afectado al boque social revolucionario, potenciando al bloque conservador. Un poder político no va a ser duradero si no viene acompañado de un poder económico de esos sectores populares.
- El segundo problema que estamos enfrentando los gobiernos progresistas es la redistribución de la riqueza sin politización social. Que significa esto: la mayor parte de nuestras medidas han favorecido a las clases subalternas. Pero si esta ampliación de consumo, de justicia social, no viene acompañada de politización social, no estamos ganando “sentido común”. Habremos creado una nueva clase media, con su capacidad de consumo, con su capacidad de satisfacción, pero portadora del mismo sentido común conservador. Es decir, no hay revolución posible si no viene acompañada de una profunda revolución cultural.
- Una tercera debilidad es una débil reforma moral. Los neoliberales son el ejemplo de una corrupción institucionalizada, cuando tomaron la cosa pública y la convirtieron en privada, cuando amasaron fortunas privadas robando fortunas colectivas a los pueblos. La estamos combatiendo pero no ha sido lo suficiente. Es importante que así como damos ejemplo de restituir la res-pública, los recursos públicos, como recursos de todos, en lo personal, en lo individual, nunca abandonemos la humildad, la sencillez, la austeridad y la transparencia.
- Un cuarto elemento que se presenta en la experiencia latinoamericana es el tema de la continuidad de liderazgo en regímenes democráticos. Las Constituciones tienen límites para la elección. ¿Cómo se dan continuidad a los procesos cuando tienen estos límites? ¿Cómo se resuelve la continuidad de los liderazgos? Porque no hay revolución verdadera sin líderes ni caudillos. Tal ahí hay que trabajar liderazgos colectivos, que permitan la continuidad de los procesos.
- Por último, una quinta debilidad que quiero mencionar es la débil integración económica y continental. Cada gobierno está viendo su espacio geográfico, su economía, su mercado, y cuando tenemos que leer los otros mercados, ahí surgen limitaciones. Soy un convencido que América Latina solo va a poder convertirse en dueña de su destino en el siglo XIX si logra constituirse en una especie de Estado continental, plurinacional, que respete las estructuras nacionales de los Estados, pero que la vez con ese respeto de las estructurales locales y nacionales, tenga un segundo piso de instituciones continentales en lo financiero, en lo económico, en lo cultural, en lo político y en lo comercial.

miércoles, 29 de junio de 2016

Saudades de la derecha latinoamericana



El sueño del “fin de ciclo” progresista en América Latina estaría más cerca de concretarse si se consolidara el gobierno “parlamentario” en Brasil, y si en Venezuela la oposición lograra una revocación del mandato de Nicolás Maduro. El gobierno argentino ya está en manos de la derecha más despiadada que haya gobernado el país desde la restauración democrática, y el panorama regional es más complicado para los sobrevivientes de la ola popular de la década pasada, entre ellos Evo Morales, quien perdió una elección que le hubiera permitido presentarse para cumplir un nuevo mandato al frente del Estado Plurinacional de Bolivia.
El panorama negativo para las fuerzas políticas populares no es consecuencia de la necesidad de “combatir a la corrupción” y llevar al poder a Presidentes “republicanos”, “tolerantes” y “respetuosos” de la división de poderes, como lo demuestran grotescamente los antecedentes en materia penal-tributaria de Mauricio Macri, gran parte de sus familiares y amigos ligados a sus negocios y el ministro Alfonso Prat Gay, quien “administraba” cuentas secretas en la banca suiza de la magnate Amalia Lacrozede Fortabat.
 
La “división” de poderes predicada en sus discursos no ha impedido tampoco al macrismo gobernar en favor de los especuladores y empresas transnacionales a fuerza de decretos de dudosa “necesidad y urgencia”, e incluso de intentar una suerte de “golpe” contra la Corte Suprema de Justicia con el nombramiento ilegal de dos magistrados.
La dirigente social Milagro Sala permanece casi como una detenida “a disposición del Poder Ejecutivo” de la última dictadura, y magistrados como Claudio Bonadío avanzan contra los “enemigos” de la restauración conservadora haciendo caso omiso a las leyes y normas de procedimiento más elementales. El objetivo es seguir hostigando a las
figuras más representativas del anterior gobierno para impedir el “regreso” al poder de los responsables del ciclo político más virtuoso en materia de generación de riqueza nacional, empleo, y distribución progresiva del ingreso que haya vivido la Argentina, al menos en el último medio siglo.
 
El ciclo político predominante en la primera década de este siglo, como lo recuerdan Alvaro García Linera y Emir Sader en este número, será una referencia ineludible para las generaciones actuales y futuras, de allí la necesidad de la derecha de deslegitimarlo, con la ayuda de personajes grotescos y corruptos como el ex Secretario de Obras
Públicas José López, para evitar la continuidad o el regreso del “populismo” en nuestro subcontinente. La derecha sudamericana tiene “saudades” de las políticas derivadas del Consenso de Washington, que subordinaron al continente entero a los caprichos de una potencia que hoy se encuentra en lenta decadencia que quiere amortiguar a partir de un acceso irrestricto a las riquezas de nuestros países.