viernes, 8 de octubre de 2010

Kircher, Lula y el gran salto de calidad en la relación de Brasil y Argentina




Luego de décadas de rivalidad y de procesos de desarrollo diferentes, la convergencia de las estrategias nacionales de Argentina y Brasil se produjo en el siglo XXI, según el análisis de Eduardo Sigal, Subsecretario de Integración Económica de la Cancillería argentina “No hay duda que la construcción de la alianza estratégica vive un salto en calidad a partir de la asunción de Lula en Brasil y de Kirchner en Argentina”, dijo en Frankfurt, Alemania, sobre las relaciones entre los dos países. “Convergen marcadamente desde entonces- agregó-, la naturaleza de los proyectos nacionales en ambos países y sus alineamientos internacionales”.

De acuerdo al análisis del funcionario argentino, “el tándem Brasil-Argentina salvó a la integración regional de un proceso de deshilachamiento que se insinuaba con la doble tendencia a los acuerdos bilaterales de libre comercio con Estados Unidos y a la generación del ALCA, con el consecuente anclaje de toda la región a unas relaciones asimétricas con la principal potencia mundial”.

Sigal recordó que en la Cumbre Iberoamericana de Mar del Plata, en noviembre de 2005, “Brasil y Argentina jugaron un papel decisivo en el bloqueo del proyecto ALCA y en la defensa de una agenda regional que priorizaba la reparación social con centro en el trabajo digno y de calidad”.
Como resultado del proceso iniciado entonces, “toda la región es más autónoma que hace siete años”. Y esa autonomía “no gira en torno a planteos infantiles o irresponsables de ruptura con Estados Unidos sino en torno a la construcción de espacios de integración productiva, comercial, infraestructural, financiera. Y a conquistas como los fondos de convergencia estructural que apuntan a disminuir las asimetrías con los socios más pequeños del Mercosur. Y a iniciativas como la del Banco del Sur que puede, en perspectiva, ser un gran factor de respaldo a procesos nacionales de desarrollo”.

Para Sigal, Argentina no ignora que Brasil “es una de las principales potencias emergentes del mundo”. Sin embargo, “la cuestión que tenemos que resolver juntos –y la estamos resolviendo bien- es cómo jugará Brasil ese papel de global player. Si lo hará ‘cortándose solo’, sin sus socios de la región. O se convertirá en un primus inter pares de un proceso de construcción política y económica de una nueva comunidad regional de países”. Por su parte, en Argentina “debemos definir si vamos a ser un competidor en un juego de suma cero con nuestros hermanos brasileños. O a formar parte de un proyecto común de fortalecimiento de la región, y en ese proyecto vamos a aportar innegables capacidades propias”.


Sigal formuló estos conceptos en la Feria Internacional de Frankfurt, invitado por el Consulado de Brasil. Asimismo, el funcionario argentino habló sobre las negociaciones Mercosur-Unión Europea en el Rotary Club Internacional de Frankfurt y se reunió en la ciudad de Wiesbaden (a 35 km de Frankfurt) con el Director de Asuntos Económicos y Promoción Internacional del Estado de Hesse, Bernd Kister.

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