lunes, 11 de octubre de 2010

Mercosur: respuesta a López Murphy




El pasado 16 de septiembre, LA NACION publicó un artículo firmado por Ricardo López Murphy, titulado "La última reforma del Mercosur representa un retroceso". El artículo contiene algunas afirmaciones erróneas, que merecen ser aclaradas, y algunas opiniones parciales, que merecen ser discutidas.
Durante la Cumbre de San Juan del pasado mes de agosto se aprobaron varias decisiones relevantes, en particular las relacionadas con el Código Aduanero del Mercosur y la eliminación del múltiple cobro del arancel externo común.
Esas decisiones -contrariamente a lo que indica el citado artículo- no implican una reforma de estructuras arancelarias, sino, por una parte, la definición de instituciones aduaneras comunes y, por otra parte, la determinación de las condiciones para la libre circulación intrazona de mercaderías importadas de extrazona. Equiparar el Código Aduanero del Mercosur con una reforma arancelaria es ignorar la relevancia del instrumento para la consolidación de la unión aduanera.
En segundo lugar, es importante que se plantee la discusión sobre cuál es la lógica que guía la integración. La visión actual del gobierno argentino, compartida por los socios regionales, es que el proyecto de integración del Mercosur va más allá de "mejorar la eficiencia en la asignación de recursos".
Como el mismo López Murphy reconoce, "hay otros componentes y otras razones que han estado detrás de estos acuerdos".
Esos otros componentes y razones tienen que ver con la consolidación de la democracia y de la paz en la región, la creación de nuevas oportunidades productivas y la modificación de la trayectoria de crecimiento de las economías del bloque.
López Murphy retoma la visión liberal que impregnó el Mercosur durante los años 90 y que provocó sucesivas crisis en el proceso de integración.
Desde 2003, el bloque ha comenzado a recuperar su objetivo inicial de promover la integración productiva entre los países miembros, para lograr una combinación de recursos humanos, naturales, financieros y tecnológicos de sus partes que vaya más allá del simple aprovechamiento de las ventajas comparativas estáticas y permita crear y descubrir nuevas ventajas comparativas.
La concepción de que participar en un área de integración es una forma de atarse voluntariamente a un determinado conjunto de reglas para evitar presiones internas refleja una visión insuficiente o parcial de los acuerdos internacionales como una limitación recíproca de autonomía.
Fue con esta concepción que la Argentina limitó seriamente durante los 90 su margen de maniobra en materia económica, monetaria, comercial y de inversiones, a través de la suscripción de acuerdos internacionales que buscaron anclar reformas internas sin haber recibido concesiones que compensaran la pérdida de esos espacios de política.
El espíritu que caracteriza actualmente al Mercosur es que la cooperación entre Estados no se circunscribe a limitar el uso de instrumentos de política, sino que se dirige esencialmente a facilitar el acceso a un determinado conjunto de "bienes públicos internacionales" que difícilmente podrían lograrse individualmente.
Por otra parte, las limitaciones al uso de ciertas herramientas de política pública no son los determinantes principales para las decisiones de inversión extranjera directa. Muy por el contrario, es el abandono de autonomía de política económica lo que puede producir desinversión, al dejar al Estado sin instrumentos para enfrentar situaciones de crisis.
Basta con ver los ejemplos de los acuerdos bilaterales de inversión e incluso de la decisión autónoma de abdicar de la política monetaria durante los 90.
Todo el artículo parece dirigirse a criticar que el Código Aduanero común no trate sobre los derechos de exportación, con lo cual se continuará aplicando la legislación de los Estados partes. Debe reiterarse que esto no implica ninguna modificación radical en la estructura arancelaria de la zona, sino que mantiene el actual estado de situación.
En síntesis, López Murphy refleja la visión ideológica neoliberal de los procesos de integración económica, que lleva a congelar las ventajas comparativas de los países en un momento determinado.
De manera opuesta, el Mercosur es concebido hoy como una herramienta que permitirá modificar la trayectoria de crecimiento de las economías de sus partes. Desde ese punto de vista, es entendible que la concepción actual del Mercosur represente un retroceso de las ideas neoliberales. Ese es, justamente, el objetivo que se persigue.

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