martes, 29 de septiembre de 2015

Ricardo Forster: “El kirchnerismo es un plus en relación con el peronismo”



Ricardo Forster, referente de Carta Abierta y Secretario de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional, abrió la polémica en torno a la relación entre el kirchnerismo, el justicialismo y el peronismo en una entrevista realizada para el número 28 de Comunidad y Desarrollo en la Batalla Cultural, que dirige Eduardo Sigal.
“El kirchnerismo lo que generó es volver a colocar en el centro de la escena lo que yo llamaría 'la lengua política', que había sido vaciada, desgastada, deslegitimada, sobretodo en el los años 90. A partir de la irrupción de Néstor Kirchner, sobre todo desde la inflexión que representó el conflicto de la 125, y ya durante las dos presidencias de Cristina, esa 'lengua política' significó la re-politización de la sociedad, y tocó a distintos actores sociales”, dijo Forster.
“Hay una cultura política novedosa que lleva el nombre dekirchnerismo, que ha conmovido tanto a la tradición nacional popular como a las tradiciones de izquierda, y le ha planteado a la democracia argentina desafíos que no tenía previamente”, agregó.
Además, se pronunció sobre una controversia que se ha expresado en los últimos años: “El kirchnerismo, más que a la figura del Partido Justicialista, se parece mucho más a esa trama, a ese tejido social-cultural que desplegó ese primer peronismo hasta los años 70, e incluso que sigue existiendo como parte de una  tradición”.
Es que “el kirchnerismo nace a partir de prácticas y experiencias políticas directamente ligadas a una disputa que se viene dando en la Argentina en los últimos años. A su vez, es una expresión de confluencia de actores sociopolíticos que le han dado al peronismo una nueva configuración. Me parece que el kirchnerismo es un plus en relación con el peronismo”.  
Por otro lado, “el kirchnerismo se diferencia notablemente de lo que había sido la transformación del peronismo en una mera máquina de poder o en una máquina atravesada por un dispositivo de punteros, o de dueños del Partido Justicialista, pero que ya no estaban ligados a esa potente politización de las masas”
 
Otras opiniones en este número
 
Sobre lenguaje e ideología
 
“Cierta derecha; no reconoce el carácter ideológico del lenguaje en el que hablamos, cree que sus conceptos son reales y que los de sus adversarios son ideológicos, o sea irreales. El lenguaje neoliberal puede presentarse como real porque es la manera hegemónica de hablar. Cuando hablan de 'orden mundial', 'seguridad jurídica' o 'apertura al mundo' creen estar hablando la inocente lengua de los hechos. En realidad están enunciando un programa político, el del reforzamiento y la reproducción de un tipo de dominio político”.
(Edgardo Mocca, politólogo)
 
Sobre el rol del Parlasur
 
“Nuestros pueblos y nuestros presidentes han demostrado en estos años la vocación por profundizar la integración regional y han peleado contra los obstáculos que se presentaron en el camino. La crisis financiera-económica mundial ha complejizado aún más el escenario desacelerando el ritmo en el avance de la integración; sin embargo la integración debe mantenerse como una de las principales prioridades de nuestras agendas. Para esto es necesario identificar y fomentar las complementariedades sectoriales, cooperar y coordinar en materias tan importantes como infraestructura, ciencia y tecnología, desarrollo nuclear y espacial, protección de los recursos naturales y del medio ambiente, así como avanzar en la consolidación y profundización de la institucionalidad del Mercosur, donde el Parlasur jugará un rol decisivo”
(Jorge Taiana, ex Caciller)
 
Sobre el Impuesto a las Ganancias
 
“La consigna 'el salario no es ganancia' adrede desconoce la complejidad del problema; según ella, sería correcto que un cuentapropista de bajos ingresos quede alcanzado a la par que los gerentes de las multinacionales, con ingresos anuales millonarios, queden exentos, lo cual es evidentemente un despropósito. Las mismas organizaciones gremiales que se despreocuparon de la situación de los trabajadores desocupados, ahora centran sus ataques en un gravamen por el que está alcanzando solo al 15 % de asalariados, los de mayores ingresos. Claramente centra sus esfuerzos en lo que tradicionalmente se denominó 'aristocracia obrera', no en los problemas de las mayorías. Los principales beneficiarios de esta ofensiva contra el impuesto en su conjunto, son los ricos y poderosos, y el capital concentrado, que siempre cuestionaron todo lo que aporte a la progresividad social”.
(Hugo Castro Pueyrredón, Economista)